lunes, 1 de diciembre de 2008

La protección de la película pictórica

¿Cuando se debe proteger una pintura sobre tabla? Pues evidentemente siempre y cuando peligre su integridad ante un desplazamiento, partícula pulverulentas, cazoletas en fase de desprendimiento, etc. Debe ser el criterio del restuarador el que prevalezca y decida si es necesario o no, pues la famosa frase de "menos es más" es nuestra meta como restauradores responsables.
Siempre que se proteja la superficie es necesario hacer una serie de pruebas previas destinadas a evitar riesgos innecesarios: pruebas de humedad o sensibilidad de los colores, al disolvente, o al calor. En la clase de hoy vamos a preparar una protección que, desde mi punto de vista, es la más respetuosa y fácilmente reversible de todas, muy adecuada para pinturas sobre tabla. Se trata de un papel japón impregnado con carboximetilcelulosa, y alcohol polivinílico, el cual una vez seco puede ser reactivado con una mínima cantidad de humedad, aplicada con algodón, pulverizador o isopo.
La alumna responsable de preparar esta práctica es Marta Zuriaga quien a continuación os va a relatar el proceso y las características de los materiales empleados.
Materiales:
ALCOHOL POLIVINILICO: Resina obtenida por la saponificación del polivinilacetato, usada para la formulación de soluciones acuosas adhesivas sobre varios materiales, como barniz protectivo para metales y como consolidante para la película pictórica (sobre todo en casos de presencia de humedad). Es soluble en agua y dentro de ciertos límites en etanol y metanol, mientras que resulta insoluble en disolventes orgánicos. Las películas son estables y transparentes. Su aspecto es el de un polvo blanco marfil. Tiene un pH de 5 aprox. en solución acuosa al 4% a 20ºC.
CARBOXIMETILCELULOSA (CMC): Sal sódica soluble en agua, con la cual forma un empaste de alta densidad y con elevadísimas propiedades de retención, e insoluble en disolventes orgánicos. La carboximetilcelulosa se utiliza en la preparacion de papetas de limpieza para superficies pétreas y frescos, a las cuales confiere propiedades tixotrópicas y condensantes. Su descripción quimica es: sal sódica del ácido glicólico de la celulosa (Na CMC), presenta un aspecto de polvo blanco-beige. Su pH es 10 en solución al 1%.
Proporciones de la preparación:
30 gramos de CMC
1 litro H2O
5 gramos Alcohol Polivinilico (Rhodoviol)
Proceso:
En primer lugar hidratamos la CMC durante el tiempo necesario, que suele ser entre 24 y 48 horas. De ese litro de agua que hemos empleado para hidratar los 30 gr. de CMC, apartamos la cantidad de agua que consideremos oportuna para hidratar aparte los 5gr. de Alcohol Polivinilico. Sabremos que las dos soluciones están bien preparadas cuando consigamos una mezcla homogénea sin grumos.
Finalmente añadiremos el Acohol Polivinilico a la CMC, este potenciará las propiedades adhesivas de la Carboximetilcelulosa.
De forma paralela tendremos preparadas sobre la mesa una lámina de papel de poliéster (melinex) y encima de esta una de papel japón de gramaje medio. Con la ayuda de una brocha bien limpia impreganaremos esta lámina con la preparación del centro hacia fuera de manera que no queden ni grumos ni arrugas y una vez bien extendido lo dejaremos secar (o secaremos con secador) y cuando esté seco separaremos las dos hojas, la de poliéstr y el japón. en esta última es donde habrá quedado el adhesivo el cual bastará con humedecerlo ligereamente bien con isopo, algodón o sapray y agua para reactivarlo.
La protección con este preparado también se puede aplicar directamente sobre la pintura cubierta con papel japón, aunque de esta manera, el aporte de humedad aún siendo pequeña ya tiene cierta importancia.